Este post es un resumen de “Dimensión Dalí, la obsesión de un genio por la ciencia”, un documental súper interesante de Joan Úbeda, Susi Marquès y Eli Pons que explica y documenta el vínculo de Dalí con la ciencia.

Como ya comenté en el post Artistas científicos, el artista Salvador Dalí (1904-1989) tenía una obsesión por el conocimiento científico. Es un artista estridente y excéntrico aficionado a la provocación y al dinero, pero tras el tópico se oculta otro Dalí. Un artista total que, como los artistas del renacimiento, aspira fusionar arte y ciencia.

Su firma se inspira en una imagen científica: una corona líquida de leche. La corona líquida es la fotografía estroboscópica de la caída de una gota de leche. Esta forma inspiró tanto al artista que la incluyó en su firma y no se deshizo de ella.

“Cada pintor pinta la cosmogonía de uno mismo. Rafael pinta la cosmogonía del Renacimiento. Dalí pinta la era atómica y la era freudiana, cosas nucleares y cosas psicoanalíticas” afirmaba el mismo pintor.

La teoría de la relatividad

Einstein fue de gran inspiración para Dalí y su teoría de la relatividad causó un gran impacto para el pintor. Dalí estaba entusiasmado con esta teoría porque ofrecía al surrealismo la idea de que la realidad no puede reducirse a un único flujo temporal. En La persistencia de la memoria, uno de los cuadros más famosos de Dalí, aparecen tres relojes blandos. Dalí negó que este cuadro estuviera inspirado en la teoría de la relatividad de Einstein. Dijo que los relojes simbolizaban queso camembert fundiéndose bajo el Sol. Aun así, esta imagen expresa una realidad temporal, el queso se transforma, evoluciona, el queso del pasado es diferente que el queso del futuro. El tiempo es la realidad.

El psicoanálisis

Sigmund Freud se convierte en una fuente de inspiración para el artista en el momento en que Dalí se une al movimiento surrealista. “Mis mejores ideas vienen de mis sueños y la actividad más daliniana se produce mientras duermo”. Dalí plasmaba en imágenes el mundo del inconsciente, el universo sumergido revelado por las teorías de Freud. Obras como El gran masturbador o Las acomodaciones de los deseos son pinturas muy explícitas sobre el deseo sexual del pintor.

El método paranoico crítico es la aportación de Dalí al surrealismo, utiliza un discurso científico para explicar el funcionamiento de su proceso creativo. La paranoia crítica es el uso de la fusión de diferentes imágenes en una sola. El pintor no entendía la palabra paranoia como se entiende hoy en día, para Dalí la paranoia era una forma de interpretación delirante, la capacidad de ver algo completamente distinto en un mismo objeto. Un ejemplo es la obra Rostro paranoico, en el que se puede apreciar gente de un poblado africano sentada delante de una choza y un bosque, pero al mismo tiempo, desde otra perspectiva, se puede observar el rostro de una persona.

La mecánica cuántica

Heisenberg se hizo famoso por el principio de incertidumbre, una teoría que establece la imposibilidad de que dos magnitudes físicas observables y complementarias sean conocidas con precisión al mismo tiempo. El hecho de poder determinar la realidad con la propia observación fascinó a Dalí, es decir, adquirimos cierta información, pero se nos escapa otra. ¿Dónde está esta otra?

Las dobles imágenes de Dalí reflejan el principio de la incertidumbre, lo que se ve depende del observador. Aparición de un rostro y un frutero en una playa es un ejemplo de ilusión óptica creada por Dalí.

Las matemáticas

Aunque Dalí no era matemático y no entendía los cálculos numéricos, sí interpretaba las formas matemáticas como un experto. Dalí utilizaba en sus cuadros composiciones geométricas como la razón aurea. La Madonna de Portlligat es un claro ejemplo de un cuadro estudiado matemáticamente.

Siempre se ha relacionado el arte con la ciencia, esta es la Idea Pitagórica. La música es arte, pero al mismo tiempo, la música es un número y los números son ciencia. Las obras de Dalí se sostienen sobre esta idea pitagórica de unir el arte con la ciencia.

La física nuclear

La explosión de la bomba atómica en Hiroshima (1945) fue un hecho histórico trágico que conmocionó a la población, pero para Dalí también fue una fuente de inspiración enorme. “La era atómica moderna es muy alegre. No hay nada tan alegre como la colisión y la explosión de los conflictos intra-atómicos de la física nuclear. Mi mayor alegría es contemplar estos terribles conflictos de los electrones y los mesones pi y los átomos… Todos saltando y bailando en una sensación eurítmica extraordinaria” decía el artista. La física nuclear abre las puertas de un mundo desconocido, una nueva dimensión de la realidad y la materia. En sus cuadros, los objetos se descomponen en partículas que flotan en el espacio, un ejemplo es Galatea de las esferas.

En el cuadro Asumpta corpuscularia lapislazulina vuelve a aparecer la fragmentación y el equilibrio de la materia, esta vez juntamente con simbolismos religiosos. La metafísica, según Dalí, une a Dios y la ciencia atómica, dos mundos invisibles e intangibles que están más allá de la comprensión humana, y eso asombraba al artista.

El ADN

En el 1953 la revista Nature publicó el estudio de Watson y Crick sobre la estructura molecular del ADN, por el que obtuvieron el Premio Nobel de Medicina. El ADN contiene toda la información para que funcionen todos los procesos bioquímicos que conforman la vida, ya sea animal, vegetal, bacteriana o fúngica. El ADN y la trascendencia de este descubrimiento entusiasmó a Dalí y fue el motivo de algunas de sus creaciones, como el cuadro La estructura del ADN. Obra estereoscópica. “Todo se transmite ineluctablemente genéticamente según la escalera en espiral de Crick y Watson, el ácido desoxirribonucleico” anunció Dalí.

De hecho, Watson propuso a Dalí ilustrar su libro sobre el ADN después de ver el cuadro Galacidalacidesoxyribonucleicacid. Una cena en el Hotel St. Regis de Nueva York hizo desestimar esta opción ya que Dalí tenía una visión religiosa y metafísica del ADN que no convenció al Premio Nobel.