Gustav Klimt (1862 – 1918) fue uno de los pintores vieneses más destacado del movimiento modernista de la secesión vienesa. Algunos de sus cuadros más célebres son El beso, Retrato de Adele Bloch-Bauer o Judit. En todos ellos hay un vínculo complejo entre la represión y la libertad, la feminidad, el clasicismo y el erotismo, seguramente marcados por la influencia del neurólogo y psicoanalista Sigmund Freud. Pero Freud no fue el único científico que cautivó a Klimt, la obra Danae es un ejemplo precioso de la interpretación artística del proceso de fertilización.

Según la mitología griega, Danae era hija de Acrisio, rey de Argos. Acrisio, decepcionado por carecer de herederos varones, decidió consultar al Oráculo. El Oráculo predijo que el hijo de Danae lo mataría, así que Acrisio decidió encerrar a su hija en una torre de bronce alejada del mundo para que nunca tuviera hijos. Sin embargo, Zeus atraído por la belleza de Danae se transformó en una lluvia de oro que cayó dentro de la torre y dejó embarazada a Danae. El recién nacido sería llamado Perseo. Cuando Acrisio conoció la noticia arrojó a Danae y al niño al mar en un cofre de madera. Zeus pidió a Poseidón, el dios del mar, que calmase las olas para que Danae y Perseo pudieran alcanzar la costa y sobrevivir. Unos años más tarde, tal y como predijo el Oráculo, Perseo acabó con la vida de su abuelo Acrisio.

En el cuadro de Klimt, Danae, se puede observar a la joven Danae estirada en posición fetal y siendo seducida por Zeus, que se presenta bajo la apariencia de una lluvia dorada que se cuela entre sus piernas. Las curvas de Danae quedan enmarcadas por unas telas estampadas con unas formas redondeadas de color dorado. A primera vista, podrían parecer elementos decorativos, pero en realidad significan mucho más. Estas esferas representan la forma de un blastocito. El blastocito es un estado temprano del desarrollo embrionario de los mamíferos. Después de que el espermatozoide fecunde el óvulo se forma el zigoto y empieza la división celular dando lugar al blastocito. La imagen que acompaña el post compara los blastocitos pintados por Klimt y un esquema de un blastocito y sus partes.

Pero ¿cómo sabía Gustav Klimt qué eran los blastocitos? Klimt frecuentaba el famoso Salón literario de Bertha Zuckerkandl-Szeps, dónde se reunía la élite artística y científica del país. En el Zuckerkandl Salon, Klimt conoció al anatomista Emil Zuckerkandl (marido de la escritora y fundadora del salón) y al renombrado embriólogo Hans Przibram. Ambos científicos mostraron a Klimt el mundo de la biología y el desarrollo embrionario, un mundo que se convertiría en una gran inspiración para el artista.